Todas
las partículas materiales que existen en la naturaleza tienen su correspondiente
antipartícula con la misma masa y carga eléctrica opuesta. También los diminutos neutrinos,
que fluyen constantemente a través de nosotros sin que nos percatemos, aunque
con ellos siempre surgen sorpresas ¿acaso constituyen una excepción?
La
idea de la antipartícula surgió en 1928 cuando Paul Dirac desarrolló una ecuación que la predecía; ecuación que confirmó Carl Anderson por vía experimental descubriendo
el positrón, la antipartícula del electrón. Además de cargas eléctricas opuestas, Dirac
predijo que las partículas de antimateria deben tener quiralidad (propiedad que
sólo puede ser diestra o zurda) contraria. Según la teoría de Dirac, si los
neutrinos tienen masa, existen neutrinos con quiralidad izquierda y derecha, y
antineutrinos con quiralidad izquierda y derecha; si carecen de masa, como los
físicos creyeron en un principio, sólo existen neutrinos zurdos y
antineutrinos diestros. Hasta 1998 no se supo que tenían masa, aunque muy
pequeña. Ettore Majorana propuso otra ecuación en 1937: neutrinos y
antineutrinos son la misma partícula. Los físicos se hallan en una encrucijada. ¿Acertó Dirac o Majorana? La
clave de la respuesta se encuentra en la conservación del número leptónico, una
ley fundamental que indica que el número de leptones (partículas entre las que
se encuentran los electrones y neutrinos) menos el número de antileptones debe permanecer
inmutable. Después del Big Bang, el universo debería contener
cantidades iguales de partículas de materia y antimateria; ambas deberían de interaccionar
cancelándose entre sí hasta que sólo quedase energía. ¿Por qué eso no pasó? Buscamos
respuestas en las interacciones en las que intervienen neutrinos. La
desintegración beta doble es un proceso en el que un núcleo se desintegra en
otro diferente emitiendo dos electrones y dos antineutrinos, conservándose el
número leptónico. Pero si los neutrinos son sus propias antipartículas, es
posible que los dos antineutrinos se aniquilen y no se conserve el número leptónico; se crearía entonces un desequilibrio que favorecería a la materia sobre la antimateria. La existencia de la desintegración beta
doble sin neutrinos probaría que neutrinos y antineutrinos son idénticos y que la teoría de Majorana es correcta. Si no existiera tal
desintegración, Dirac acertaría y serían posibles cuatro variedades de neutrinos,
dos de ellas todavía sin descubrir. En cualquier caso, el futuro de la física de partículas se
presenta apasionante.
4 comentarios:
Estimado amigo
Hasta ahora sólo se han observado neutrinos zurdos y antineutrinos diestros. ¿Existen más? No se sabe.
Saludos
Epi
Estimado amigo
Si queremos tomar una fotografía del Sol, como todo el mundo entenderá, debemos enfocar la cámara hacia la estrella, porque si apuntamos hacia el suelo no veríamos nada. Lo curioso de los neutrinos es que obtendríamos casi la misma foto apuntando la cámara hacia el Sol durante el día o hacia el suelo durante la noche (el Sol alumbraría las antípodas). En resumen, casi todos los neutrinos que emite el Sol llegan a la cámara, no importa que tengan que atravesar un planeta sólido o no.
Los neutrinos casi no interaccionan con la materia. El "casi" es fundamental; porque sin el vocablo no podríamos detectarlos.
Saludos cordiales
Epi
Estimado amigo
Existen tres tipos de neutrinos diferentes. Y el Sol sólo emite uno de ellos. Como en la Tierra detectamos la tercera parte de los neutrinos que emite el Sol deducimos que, en su camino hacia la Tierra, dos de cada tres neutrinos solares se transforma en tipos diferentes a los originales.
Saludos cordiales
Epi
Estimado amigo
Existen tres variedades (sabores) de neutrinos confirmadas y nada más. Los últimos resultados del detector IceCube (instalado en el Polo Sur) que conozco parecen indicar que los neutrinos estériles (una cuarta variedad de neutrinos -especulada- que no interactúa con la materia) no existen.
Saludos
Publicar un comentario