sábado, 6 de mayo de 2017

Muones


Me embelesa escuchar arias como “Casta diva” de Norma, “Je crois entendre” de Los pescadores de perlas o el maravilloso “Dúo de la flores” de Lakmé. Después de maldecir a conciencia contra la tecnología de mi ordenador que reproduce el sonido de las óperas con mala calidad, no sé si para consolarme, recordé una técnica que se está poniendo a punto. Seguro que el ilustrado lector conoce a los protones, neutrones y electrones que forman los átomos con los que está hecha la materia habitual; pero seguro que no tiene ni idea de que existan unas partículas en todo semejantes a los electrones excepto en que tienen doscientas siete veces más masa, se llaman muones y podemos encontrarlos en la Tierra pues ellos constituyen el trece por ciento de la radiactividad natural que recibimos.

Los rayos cósmicos, las partículas subatómicas que llegan a las capas altas de la atmósfera procedentes del Sol y de fuera del sistema solar, chocan con las moléculas que allí existen y, al hacerlo, producen muones que, después de atravesar unos quince kilómetros y perder un tercio de su energía, alcanzan la superficie con una energía elevada (cuatro GeV). Si bien los muones llegan continuamente, su flujo al nivel del mar es pequeño, apenas uno cada centímetro cuadrado y minuto, aproximadamente un sólo muón pasa a través de un área del tamaño de una mano humana cada segundo.

Estas olvidadas partículas pueden tener interesantes aplicaciones. Debido a su elevada masa, los muones son capaces de penetrar varios metros en una roca antes de detenerse, mucho más que los rayos X, por ello se pueden utilizar para obtener imágenes a través de materiales gruesos. Los expertos han llamado tomografía de muones a la técnica que utiliza los muones procedentes de los rayos cósmicos para generar imágenes tridimensionales de los volúmenes que atraviesan. El análisis de los muones procedentes del espacio exterior ya ha revelado la estructura interna de una pirámide, cámaras internas incluidas; concretamente en 2016, los expertos han efectuado la tomografía de muones de la Pirámide egipcia de Dahshur. Esta técnica puede convertirse en una útil herramienta para predecir las erupciones, previa construcción de imágenes del interior de los volcanes activos; y también para buscar sitios subterráneos capaces de almacenar dióxido de carbono. Citaré, entre otras aplicaciones industriales, la observación del interior de reactores nucleares o la comprobación del buen estado de las paredes de los altos hornos, lugares –sin duda- harto difíciles de observar. 

1 comentario:

C. Armesto dijo...

Estimado amigo

Cierto, existe una conexión entre Albert Einstein y los muones. La teoría de la relatividad especial predice la dilatación del tiempo; predicción que se puede verificar con experimentos. En 1941, Rossi y Hall realizaron uno de ellos con los muones que llegan a la Tierra.

Saludos cordiales