sábado, 18 de marzo de 2017

Especies invasoras


Seguro que los cinegéticos lectores tienen una arraigada opinión sobre las bondades de la caza; argumentan sus detractores que los animales tienen derechos y que nadie debería matarlos. No se le ocurre al escritor -¡líbreme Dios de la tentación!- mediar en tan enconado debate. Sí sé que las especies exóticas invasoras constituyen una de las principales causas de la pérdida de biodiversidad en el mundo; el mejillón cebra, el mapache, el visón o el caracol manzana son especies foráneas que exterminan a algunos de los vegetales y animales que habitan en nuestro querido país. ¿Qué hacer con tan desagradables ocupantes?
Con el fin de resaltar la importancia y las consecuencias de las especies exóticas invasoras los especialistas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza han elaborado una lista con cien de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo; y los criterios seguidos han sido la gravedad de su impacto sobre la biodiversidad o las actividades humanas. Las hay de todos los tipos, tanto vegetales como animales, hongos o microorganismos, entre los primeros, hierbas, árboles y arbustos entre los segundos aves, reptiles, anfibios, peces, moluscos, crustáceos, insectos y también mamíferos.  No me resisto a citar las catorce especies de nuestros parientes zoológicos más próximos que están incluidas en este nefasto inventario: la cabra, ciervo, gato, rata, armiño, conejo, jabalí, zorro, ratón, mangosta javanesa, macaco cangrejero, coipú, ardilla gris oriental y posum cola de caballo. ¿Atónito el ingenuo lector? El escritor reconoce estar sorprendido: no se había imaginado que los ciervos, los gatos o las cabras pudieran hallarse en tan desagradable catálogo.
Los ecólogos saben que, si no se controlaran, las especies invasoras colonizarían y exterminarían los ecosistemas autóctonos. No queda otro remedio -y así lo han hecho muchos países- que prohibir la introducción de especies, subespecies o razas foráneas cuando éstas sean susceptibles de competir con las especies silvestres autóctonas, alterar su pureza genética o los equilibrios ecológicos;  y si ya ha penetrado el invasor -añado yo- para proteger a unos debe procederse a la eliminación de otros.
El escritor humildemente cree que es civilizado rechazar la crueldad gratuita con los animales; y también que, aunque le disgusta la caza, no hay argumentos para censurar una actividad beneficiosa para el control de algunas especies. Y si se transfiere dinero de los ricos a los pobres mediante el turismo cinegético, tanto mejor; en consecuencia, el escritor no critica a quien mata, con permiso, elefantes en Botsuana. 

3 comentarios:

C. Armesto dijo...

Estimado amigo

Censo de Elefantes presentado en 2016:

1ª Conclusión: África ha perdido la tercera parte de sus elefantes desde 2007. Se contabilizaron 352271 elefantes en 18 países africanos lo que supone 144000 menos.

2ª Conclusión: Los resultados variaron según el país. La pérdida de ejemplares en Angola, Mozambique, Tanzania, República Democrática del Congo y Camerún fue mayor de la esperada; sin embargo, en Botsuana, Sudáfrica, Uganda, Zimbabwe y Malawi la población se mantiene estable e incluso aumentó ligeramente.

¿No te parece que desde Europa debemos apoyar las directrices de un país que consigue mantener estable o aumentar sus poblaciones de elefantes, aún a costa de sacrificar algunos?

Saludos cordiales
Epi

C. Armesto dijo...

Estimado amigo

• Debemos proteger a los elefantes sin duda; pero el manejo de los conflictos entre elefantes y humanos requiere mucho tacto y prestar atención tanto a los intereses de unos como a los intereses de los otros.

• La caza furtiva ha diezmado las poblaciones de elefantes y los gobiernos involucrados deben usar los medios adecuados para prevenirla, con o sin la colaboración de entidades conservacionistas.

Cordiales saludos
Epi

C. Armesto dijo...

Estimada amiga

Por supuesto que también existen especies vegetales invasoras. Voy a señalar seis que he localizado en un único municipio del noroeste español: mimosa, hierba de la Pampa, acacia negra, Polygonum capitatum, oreja de gato (Tradeschantia fluminensis) y vinagreta (Oxalis pes-caprae).

Saludos