Los bioquímicos saben que las
moléculas que forman todos los seres vivos de nuestro planeta son compuestos
del carbono. ¿Es imprescindible este elemento? ¿Sería posible una vida en la
que se hubiese sustituido por el silicio? El carbono reúne características
únicas: puede combinarse consigo mismo para formar grandes cadenas ramificadas
que son, al mismo tiempo, estables y capaces de modificarse con relativa
facilidad. El silicio, el átomo más parecido al carbono, también es capaz de formar
largas cadenas consigo mismo (silanos) o con el oxígeno (siliconas). En el
tamaño atómico reside la diferencia entre uno y otro; el silicio es un
cincuenta por ciento mayor; esa diferencia se traduce en que la longitud del
enlace entre átomos de silicio también es superior y, por ello, el enlace resulta
la mitad de fuerte: significa eso que las cadenas de silicio no tendrían la suficiente
estabilidad para formar grandes estructuras. Podemos intercalar átomos de
oxígeno en las cadenas de silicio y tendríamos siliconas, más estables, que sí podrían
formar estructuras complejas; sin embargo, su alta estabilidad (la energía del
enlace silicio oxígeno supera la del carbono oxígeno) les impide transformarse.
Sucede lo mismo con los compuestos más estables de silicio: se combina
con el oxígeno y los metales para dar silicatos, demasiado estables para
cambiar. Hay más argumentos que valorar: el carbono puede formar consigo mismo enlaces
sencillos o múltiples, circunstancia que nos remite a los compuestos estables y, al
mismo tiempo, capaces de transformarse; el silicio sólo
forma enlaces sencillos. El carbono forma estructuras cíclicas; el silicio no, es
demasiado grande. Los compuestos de carbono e hidrógeno son estables en
presencia de oxígeno, aunque bajo determinadas condiciones pueden combinarse
con él para formar otros compuestos, incluyendo el dióxido de carbono y agua,
reacción que proporciona energía a la mayoría de los seres vivos; por el contrario,
los compuestos de silicio e hidrógeno se inflaman espontáneamente si hay oxígeno.
Por último, el dióxido de silicio no es soluble en agua, mientras que sí lo es el
dióxido de carbono.
Supongamos que, a pesar de todo, pudieran
solventarse todos los inconvenientes en el ambiente adecuado. ¿Por qué sospecho
que no existiría vida basada en el silicio, siendo éste mucho más abundante que
el carbono? En un entorno que haya silicio también habrá hidrógeno, oxígeno,
carbono, azufre, nitrógeno y fósforo. Entonces ¿qué evitaría que se formara la
vida basada en el carbono?
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