Las
mujeres de las regiones pobres tienen muchos hijos a los que apenas pueden
atender, las que viven en las regiones ricas se contentan con un par de ellos a
los que proporcionan todos los cuidados del mundo. ¿Cuál de las dos estrategias
resulta óptima para asegurar la descendencia? ¿Se ha hecho alguna vez esa
pregunta el afortunado lector? Los biólogos saben que el número de individuos
de una población depende de su capacidad reproductora y de las
características del ambiente; ateniéndose a estos factores las diferentes
especies de seres vivos pueden seguir dos estrategias extremas para aumentar su
probabilidad de supervivencia: unas, producen numerosos descendientes, cada uno
de los cuales posee una probabilidad de supervivencia baja (estrategia r); otras,
invierten gran cantidad de recursos en pocos descendientes, cada uno de los
cuales tiene una alta probabilidad de sobrevivir (estrategia K).
Los leones, e hipopótamos, vacas
u ovejas, seres humanos y la mayor parte de las aves y mamíferos, así como la palma
de coco, el aguacate o el caqui siguen la estrategia K: tiene pocos descendientes
-crías o semillas- en las que invierten gran cantidad de cuidados paternos (o recursos),
lo que reduce su mortalidad al mínimo, por eso cada uno tiene una alta
probabilidad de supervivencia; sin embargo el riesgo es evidente: la especie
que sigue esta estrategia depende de la suerte de un pequeño número de
individuos. ¿Qué características poseen? Su cuerpo es grande, su edad
prolongada, presentan defensas y viven en ambientes estables compitiendo
únicamente con otras especies; debido a su bajo número rara vez sirven de alimento
para otros. Por su dependencia del hábitat y por su poca facilidad para
adaptarse a los cambios ambientales, las especies en peligro de extinción son, habitualmente,
estrategas K.
Los
animales invertebrados, peces, tortugas y roedores así como las hierbas,
pinos y robles presentan la estrategia r; lo que significa que tienen
muchos descendientes a los que no proporcionan cuidados paternos, por lo que su
mortalidad es muy elevada; por su gran número sirven de alimento para otros. Suelen
tener pequeño tamaño, corta edad, no desarrollan mecanismos defensivos, viven
en hábitats inestables cuya migración es alta y no compiten con otras especies;
los individuos de la misma especie compiten entre sí.
En
este tiempo, que se va acabando cada vez con más prisa, con el calentamiento
global a la puerta y la sexta gran extinción de la biosfera comenzada ¿Cuántos
estrategas K desaparecerán de la faz de la Tierra en este milenio?
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