Seguro
que el lector aficionado a la electricidad ha visitado un museo de ciencia y
tecnología y, en él, ha visto las espectaculares descargas eléctricas,
similares a rayos de unos pocos metros de alcance, creadas por una bobina Tesla.
Trasládese ahora con la imaginación al año 1939, en un Hospital de Alma-Ata, en
Kazajistán, un matrimonio experimenta con campos eléctricos de alta tensión
producidos por un dispositivo eléctrico similar al mencionado. Durante las
pruebas, el marido recibe una descarga eléctrica en su mano: y en el mismo
momento se percata de que un halo luminoso la rodea. Sorprendidos por el
efecto, ambos cónyuges vuelven a repetir la experiencia y deciden dedicarse a
estudiarla; Semyon Davidovich Kirlian y Valentina Kirlian, que así se llamaban
los investigadores, inventaron una cámara capaz de materializar en una imagen la
descarga en corona de cualquier ser vivo u objeto inanimado. Antes de continuar
debo aclarar el significado de la descarga en corona: se trata de un fenómeno
eléctrico que se produce en los cables de alta tensión y se manifiesta como un
halo luminoso a su alrededor; también puede observarse en los árboles altos o
en los campanarios de las iglesias durante una tormenta, o en cualquier objeto sometido
a un intenso campo eléctrico. Cuando el campo eléctrico sobrepasa los tres
millones de voltios cada metro, el aire circundante se ioniza, las moléculas
ionizadas conducen la corriente eléctrica, aumenta su temperatura: el gas emite
luz de un color rojizo o azulado.
Las
primeras cámaras Kirlian constaban de un generador eléctrico de alta
frecuencia, elevada tensión y muy baja corriente eléctrica (así nadie podía electrocutarse),
que se conecta a una placa sobre la que se coloca el objeto que se quiere analizar; la fotografía (más bien fotoelectrografía) Kirlian así tomada nos proporcionaba el registro de la intensidad
luminosa alrededor del cuerpo. Supersticiosos y curanderos (tanto del cuerpo
como de la mente) aseguran que las fotos obtenidas con esta técnica captan el
aura de las personas, aura que refleja el estado fisiológico y psicológico del
sujeto en ese momento. Cierto, las fotos Kirlian muestran imágenes coloreadas
muy bellas… que los científicos han demostrado que nada tienen que ver con la
salud o enfermedad; sólo indican variaciones de la humedad, sudor si se trata
de manos humanas, en el objeto fotografiado. ¡Qué le vamos a hacer!
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