sábado, 27 de octubre de 2012

Tragedias volcánicas

     ¿Los humanos contemporáneos son conscientes del riesgo que conlleva el lugar que han elegido para vivir? Más de quinientos millones de personas moran hoy en zonas de actividad volcánica, y veinticinco de las mayores ciudades del mundo están dentro del radio destructivo de los volcanes. Se trata de lugares peligrosos; unos cuantos datos ayudarán al lector comedido a formarse una opinión. Cito las tres erupciones que han causado más víctimas en la historia: ochenta y dos mil personas fallecieron en Tambora (Indonesia) en 1815, treinta y nueve mil en Laki (Islandia) en 1783, y treinta y seis mil en Krakatoa (Indonesia) en 1883. Según el vulcanólogo Joan Martí las erupciones volcánicas mataron más de doscientos veinte mil humanos desde finales del siglo XVIII; lo hicieron de diversas formas: la hambruna y las epidemias (el treinta por ciento), los flujos piroclásticos (el veintisiete por ciento), los flujos de lodo (el diecisiete por ciento) y los tsunamis provocados por volcanes (el diecisiete por ciento).

     Por su cercanía, tres volcanes me merecen atención. Se considera al Vesubio uno de los volcanes más peligrosos del mundo por dos razones: está activo y sus erupciones son explosivas, aunque su actividad habitual se reduzca al vapor emanado por el cráter; además, constituye la región volcánica más densamente poblada del mundo, ubicado junto a Nápoles, en sus alrededores viven unos tres millones de personas. Famoso por la erupción del año 79, en la que sepultó a las ciudades romanas Pompeya y Herculano, ha entrado en erupción numerosas veces y algunas han sido tan grandes que cubrieron Europa meridional con cenizas, cenizas que llegaron a Estambul, en los años 472 y 1631.

     El volcán más activo de Europa y uno de los más activos del mundo se encuentra en la costa de Sicilia: el Etna está casi en constante erupción, pero no se considera peligroso: miles de personas viven en sus alrededores, incluso numerosas viñas y huertos se extienden por las laderas de la montaña, porque la fertilidad de la tierra volcánica es proverbial.

     El tercer mayor volcán terrestre medido desde su base, más de siete mil metros sobre el fondo oceánico (tres mil setecientos sobre el nivel del mar), se encuentra en la isla española de Tenerife. Las fumarolas que el Teide emite regularmente desde su cráter muestran que se mantiene activo, y un reciente estudio prevé que podría tener erupciones violentas. Espero no asustar a los canarios si declaro que los geólogos ignoran cuando sucederán.

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