El
estudioso lector afirmará que su peso se debe a la atracción de la Tierra. ¿Es
real tal atracción? Son reales la caída de un avión, de un árbol o una caída mía.
Para explicar éstas y otras observaciones Newton ideó una teoría de la gravedad,
según la cual, la Tierra atrae a cualquier cuerpo; pero no debemos olvidar que es
una teoría… y las hay mejores. Einstein describe la gravedad –sin recurrir a la
atracción- de una compleja manera que ni siquiera esbozaré. Sí diré, en cambio,
que la teoría de la relatividad de Einstein explica todos los sucesos que interpreta
la teoría de Newton, y muchos más; además, aclara fenómenos inexplicables y
predice la existencia de otros, hasta ese momento, inimaginables.
La
luz procedente de cualquier estrella, en vez de viajar en línea recta, se
desvía al pasar cerca del Sol, justo la cantidad predicha por la teoría de la
relatividad. La
órbita que describe Mercurio alrededor del Sol es una elipse; elipse que no permanece
quieta, sino que gira; en la cantidad predicha por Einstein. Las
personas que viven en pisos bajos viven más que aquéllas que moran en los altos;
escrito con otras palabras, el tiempo fluye más lentamente en los lugares cuya
gravedad es más intensa, cierto que la disminución resulta minúscula, pero
puede medirse. Los
astros, al rotar, emiten ondas gravitatorias, que no se han detectado, aunque
existen pruebas de su existencia; se ha comprobado que dos estrellas -una de
neutrones- girando entre sí pierden energía: suponemos que porque emiten ondas
gravitatorias. La
teoría de la relatividad predice la existencia de agujeros negros; hay indicios
(emisiones de rayos X) para suponer que la mayoría de las galaxias contiene un
agujero negro en su centro y que muchas estrellas se han convertido en agujeros
negros. Se
observan lentes gravitatorias: la luz procedente de objetos distantes -cuásares-,
que llega al observador terrestre, se curva al pasar cerca de un objeto que
contiene mucha materia -una galaxia-; la curvatura produce un desplazamiento
aparente de la posición del astro emisor. La
cantidad de materia de un objeto puede medirse de dos maneras: con una balanza o
midiendo su resistencia a moverse; se ha comprobado que ambas medidas son
equivalentes, tal y como postula la teoría de Einstein. Se
observa que, a medida que la gravedad aumenta, la luz emitida por cualquier
objeto se vuelve más roja.
Estas
pruebas acreditan la teoría de la relatividad general: no son pocas.
1 comentario:
Estimado amigo
Los agujeros negros ordinarios, formados por colapso gravitatorios, tienen un tamaño superior a unos 3 kilómetros; mientras que los microagujeros negros tienen una masa de cien millonésimas de kilogramo (masa de Planck). Podemos estar relativamente seguros de la existencia de los primeros, la existencia de los segundos es meramente especulativa.
Saludos cordiales de Epi
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