Quizá
pueda interesar, al lector curioso, la lista de los medicamentos más recomendados
a sus pacientes por un médico amigo.
Los
antibióticos no matan virus, sino bacterias, que no es poco; y ni siquiera
todas, cada antibiótico afecta a unas y no a otras; aún así, que nadie los
minusvalore: son los fármacos que más vidas han salvado.
Los
analgésicos calman el dolor. ¿El mejor analgésico? El que menos efectos
colaterales produzca, quizá el paracetamol.
La
mayoría de las personas ignora que la inflamación es un proceso para defenderse
de una agresión. Cuando un agente agresivo actúa, las células afectadas liberan
prostaglandinas, que producen la inflamación. Los antiinflamatorios -la
aspirina (el ácido acetilsalicílico) es el más famoso- impiden la hinchazón de
la parte afectada, el enrojecimiento y el dolor, porque inhiben la liberación
de las prostaglandinas.
El
polen del aire o la ingestión de un fármaco o de un alimento puede desencadenar,
en el sujeto sensible, una reacción alérgica, cuyos síntomas van desde las
ronchas o manchas en la piel, los estornudos y el ardor de ojos, hasta los
vómitos y las diarreas. Un antihistamínico logra que desaparezcan los síntomas,
porque impide que actúe la histamina, el mensajero químico que interviene en las
reacciones de respuesta del sistema inmunitario.
La
ansiedad, un frecuente estado psicológico desencadenado por el estrés o la
frustración, se debe a una alteración de los circuitos de neuronas, acompañada
de un desequilibrio químico de los mensajeros neuronales. Los ansiolíticos
controlan sus síntomas que, como bien sabe el paciente, abarcan varios órganos.
Los
antiespasmódicos relajan los músculos lisos y aminoran el dolor de los cólicos
(retortijones). El dolor se origina en las vísceras huecas -intestino, estómago,
vejiga, uréteres, trompas de Falopio o vesícula biliar- cuando se irritan: por
toxinas de alimentos mal conservados, por el paso de un cálculo renal o debido
a un cuerpo extraño.
Los
corticoides (o corticosteroides) actúan, simultáneamente, como un inmunosupresor
y un antiinflamatorio; también son hormonas por lo que su uso puede disminuir la
producción interna, con el riesgo consiguiente para la salud; además, abolir
los mecanismos inflamatorios normales es peligroso, pues los virus se
desarrollan más rápidamente.
El
paciente siempre deberá tener presente que cualquier fármaco, también el que acaba
de salvarle la vida, presenta efectos colaterales perniciosos. Y no debe
olvidar que la mayoría de los medicamentos son expulsados a través del
hígado y riñón, por lo que pueden alterar el funcionamiento de ambos
órganos. Lector aprensivo, toma solamente los medicamentos imprescindibles.