sábado, 10 de marzo de 2018

Evolución de los minerales


Al principio del universo no había minerales: la elevada temperatura del Big Bang impedía la formación de sólidos. La gravedad tardó millones de años en reunir los gases en nebulosas y formar las primeras estrellas. Cuando las estrellas gigantes se convirtieron en supernovas formaron los elementos que luego se esparcieron por el espacio, se enfriaron y formaron los primeros minerales: microscópicos cristales de diamante y grafito, a los que pronto se añadieron unos pocos más.
En los cuatro mil seiscientos millones de años siguientes a la formación del sistema solar, el número de minerales ha pasado de una docena, que contenía la nebulosa presolar, hasta más de cuatro mil cuatrocientos actuales. Robert Hazen explica tal diversificación: los minerales, igual que los seres vivos, evolucionan; el planeta ha atravesado, a lo largo de su historia, una serie de estadios caracterizados por diversos procesos de formación mineralógica. La formación de la Tierra constituye el primer estadio: más de doscientos minerales, entre los que se halla el olivino y el circón, se desarrollaron en los planetesimales. Hace cuatro mil cuatrocientos millones de años, en el segundo estadio, la superficie del planeta estaba constituida por basalto negro -la Tierra negra-; la fusión parcial de esta roca y las reacciones químicas formaron mil quinientas especies minerales, como la lepidolita, el berilo y la turmalina. En la tercera fase, hace dos mil millones de años, los organismos fotosintéticos liberaron oxígeno; la gran oxidación -la Tierra roja- originó dos mil quinientas especies de minerales nuevos, como la rodonita y la turquesa. En el cuarto estadio -la Tierra blanca-, hace setecientos millones de años, un cambio climático cubrió la superficie del planeta con un único mineral: el hielo; el dióxido de carbono procedente de los volcanes desencadenó un calentamiento global; el planeta osciló entre glaciaciones y cálidos períodos interglaciales durante millones de años; durante estos últimos, la meteorización de las rocas aportó enormes cantidades de minerales arcillosos, como la caolinita. Y llegamos al último estadio -la Tierra verde-, hace cuatrocientos millones de años; animales y plantas pluricelulares colonizaron el planeta; hongos y plantas multiplicaron la meteorización de las rocas y la producción de arcillas: se originaron minerales como el aragonito y la calcita, hallada en todas partes, esqueleto humano incluido.
Los átomos de hidrógeno forman estrellas, las estrellas forman elementos, los elementos forman planetas y éstos forman minerales, que catalizan la síntesis de biomoléculas, que originarán la vida. En resumen, un maravilloso universo que se vuelve más complejo.

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