sábado, 7 de octubre de 2017

Iridiscencia


Cuando una mariposa Morpho azul vuela, la luz reflejada por la superficie de sus alas cambia del azul brillante del anverso al marrón opaco del reverso: las mariposas parecen destellos de brillante luz azul que desaparece y reaparece. Esta capacidad de cambiar el color, combinada con el ondulante patrón de vuelo dificulta su persecución por los depredadores: las alas iridiscentes ayudan a las mariposas a eludir a sus enemigos naturales.
Nos cautiva la variedad de colores que presenta la naturaleza, ya miremos una perla o una concha nacarada, ya las transparentes alas de las moscas y libélulas, los tonos metálicos de escarabajos y mariposas, o las plumas de los colibríes y pavos reales. Los colores de estas maravillas naturales no se deben a la presencia de pigmentos, sino al mismo fenómeno que se aprecia en una capa de aceite sobre el pavimento o en una burbuja de jabón, y que responde al luminoso nombre de iridiscencia. Trataré de explayarme un poco más sobre el fenómeno. La luz está constituida por ondas, que nos las imaginamos como si fuesen como olas; si la cresta y el valle de una ola (u onda) coinciden en un lugar al mismo tiempo, se anulan, los físicos consideran que su interferencia es destructiva; si dos valles o dos crestas coinciden al mismo tiempo en un lugar, se refuerzan, los físicos dirían que su interferencia es constructiva. En el caso más simple -una mancha de gasolina-, la luz es reflejada por las dos superficies paralelas del objeto semitransparente extremadamente fino; los rayos de la luz reflejada (en este caso concreto, por el suelo y la superficie del aceite) interfieren, y la interferencia amplifica o atenúa los diferentes colores. Dependiendo del ángulo desde el que se observa el objeto, los rayos de luz reflejada habrán recorrido un camino ligeramente diferente, su interferencia habrá sido distinta, los colores que se observan también habrán cambiado. Fijémonos ahora en los insectos coloreados. Las alas de las mariposas consisten en una membrana translúcida incolora cubierta por una capa de escamas (Lepidóptero, después de todo, significa alas escamosas); cada escama consiste en una minúscula superficie plana de una célula de espesor que se superpone con otras, como las tejas de una techumbre, cubriendo completamente la membrana, y apareciendo como polvo a la vista. La bella iridiscencia que observamos se debe a la interferencia entre la luz que llega al ala y la luz que es reflejada por ella.

2 comentarios:

C. Armesto dijo...

Estimado amigo

No puedo asegurar que todas las ciento sesenta y cinco mil especies de mariposas y polillas (lepidópteros) conocidas presenten iridiscencia; pero considerando el diseño y estructura de sus alas (todas contienen escamas colocadas de la misma manera) afirmaría que muchas especies sí.

Saludos

C. Armesto dijo...

Estimado amigo

En España y Portugal se han hallado un par de millares de especies de mariposas.

Saludos