La
extraordinaria riqueza de las minas metálicas de la Hispania romana era
legendaria. Relata Estrabón: en Turdetania (Andalucía), un pavoroso incendio
forestal arrasa un monte en el que había una enorme veta de plata; extinguido
el fuego, relumbrantes torrentes del metal fundido por el calor corren por la
superficie del terreno. Después de imaginarme el suceso, se me ocurrió indagar la
causa del color de los metales.
El oro, plata
y cobre tienen algo en común y algo que los separa; se parecen en que los
electrones externos de sus átomos se ubican de una manera similar y por ello tienen
propiedades químicas comunes; los separa el color. Y, simplificando un poco, el
color en el mundo metálico se reduce al estudio de estos tres elementos, pues el
resto de los metales son parecidos a la plata.
El color de
los metales se debe a la
absorción y reemisión de la luz; si absorben y reemiten todos los colores con
la misma eficiencia, entonces todos se reflejarán igual: los metales se
parecerán a la plata pulida. Si disminuye la eficiencia de la reflexión de azules
y violetas, se reflejarán preferentemente los amarillos (del oro) o los naranjas
y rojos (del cobre). ¿Cómo explican el
fenómeno los químicos? Los átomos metálicos
tienen unos –llamémosles- habitáculos donde alojan sus electrones, cada uno con
su energía característica; unos habitáculos
están llenos, otros, si superan una cota de energía (su nombre, nivel de Fermi,
es lo de menos) están vacíos. Los electrones de la superficie de un metal
pueden absorber la energía de todos o de algunos colores de la luz que les
llega, y saltar a un habitáculo vacío de energía superior; inmediatamente deshacen
el camino andado, los electrones bajan de nuevo a su habitáculo inicial emitiendo
la luz que absorbieron: así producen el brillo metálico. Para que los electrones de la plata puedan dar
el salto requieren mucha energía, necesitan rayos ultravioleta, la luz visible
no posee energía suficiente, por eso reflejan todos los colores que les llegan
y vemos blanca a la plata. Para dar el salto, los electrones del oro necesitan
algo más de la mitad de energía que la plata: eso significa que absorben y
reemiten luz amarilla; los electrones del cobre necesitan algo menos de la
mitad, por eso absorben y reemiten la luz naranja.
Y
nada queda por añadir, quizá que en heráldica el blanco significa pureza, el
amarillo lealtad y el naranja resistencia.
2 comentarios:
Estimado amigo
El imperio español explotó las minas de plata de Potosí (Bolivia), que alrededor del año 1650 fueron las más grandes del mundo, y de Méjico que, todavía en la actualidad es el primer productor de plata del mundo. Pongo una cantidad para valorar la cantidad importada: en la última década del siglo XVI se estima que llegaron a España procedentes de América dos millones setecientos mil kilos de plata.
Saludos cordiales
Estimado amigo
Me olvidaba de decirte que, en el año 2018, el metal más caro, no era el oro o la plata, ni siquiera el platino: el rodio (pertenece a la familia del platino) alcanza este galardón (aunque su precio se dividió por cinco en menos de una década).
Saludos cordiales
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