sábado, 12 de enero de 2008

Antigua polémica


Una de las ideas que más ha influido en la idea que la humanidad posee del mundo, de los seres vivos y de sí misma nos la ha proporcionado la teoría de la evolución. Antes, únicamente los mitos y las religiones explicaban la creación del cosmos, de la vida y del hombre, y tanto unos como otras tenían en común una concepción inmovilista del mundo. La confrontación ideológica entre la concepción científica y la religiosa resultó inevitable. ¿Cuál es el estado del debate a comienzos del siglo XXI? Ignorando los matices y simplificando mucho, agrupamos las opiniones de los biólogos en tres opciones. Francis Collins, director del proyecto Genoma Humano y devoto creyente, considera a Dios como el supremo hacedor que se manifiesta en el orden que presenta la naturaleza; Richard Dawkins, autor de “El gen egoísta” y ateo militante, considera perversa cualquier religión; Stephen Jay Gould, autor de “La falsa medida del hombre” y de “La vida maravillosa”, considera que ciencia y religión pueden coexistir porque se ocupan de compartimentos distintos. Collins sigue la tradición de Kepler, Galileo y Newton, quienes sostienen que Dios es el supremo arquitecto, creador de las leyes naturales; y que el orden de la naturaleza constituye una prueba de su existencia. Dawkins mantiene que todas las religiones son perversas; y fundamenta sus argumentos en los abundantes fenómenos de intolerancia, asesinatos, inquisiciones y guerras religiosas que se han producido a lo largo de la historia. No oculto mi preferencia por la tesis de Gould, quien, con independencia de las creencias –teístas o ateas- de cada uno, defiende que ciencia y religión no se contradicen, ni superponen, pues considera que la razón es el ámbito de la ciencia y las emociones el ámbito de la religión. El choque entre ambas (como entre la razón y el sentimiento) se produce cuando una invade el campo de la otra; no hay mejor teoría del conocimiento que la ciencia, por lo que queda desautorizada cualquier religión o mitología que invada ese campo. Sucede lo mismo a la inversa, la ciencia, que es amoral, no proporciona ninguna orientación teológica ni ayuda para seleccionar una teoría de valores (la moral): unos se quedarán con Jesús, otros con Mahoma, aquéllos con Confucio o Buda y éstos con Kant o Nietzsche, hay muchas opciones para elegir.

2 comentarios:

C. Armesto dijo...

Estimado amigo

No emito juicio moral alguno sobre una religión, siempre que sea respetuosa con los derechos humanos.

Para que te hagas una idea de la cantidad de personas que profesan los diferentes credos te diré que, aproximadamente, uno de cada tres terrestres se declara cristiano, uno de cada cinco musulmán, uno de cada siete ateo o no religioso, trece de cada cien hindú, seis de cada cien budista y practica otra religión más minoritaria el trece por ciento restante.

C. Armesto dijo...

Estimado amigo

Unos de los argumentos que usa Gould en su libro sobre ciencia y religión es que, durante la edad media, el mundo culto no creía en la Tierra plana, sino esférica. Parece que tal argumento –que consideras falso- es muy importante para ti.

He hecho una pequeña indagación histórico-filosófica.
1º Eratóstenes demostró más allá de toda duda que la Tierra era esférica; y así se lo reconoció el mundo culto.
2º Identifiquemos las fechas de la pérdida del conocimiento sobre la esfericidad de la Tierra para el mundo europeo: siglo V, caída de Roma y destrucción de la biblioteca de Alejandría. La época coincide con Agustín de Hipona y los neoplatónicos que reniegan de la naturaleza: sólo cuenta el reino del espíritu, Dios para aquél, el Espíritu para éste. No sólo San Agustín abandera la lucha contra la naturaleza, todos los neoplatónicos (Plotino y compañía) lo acompañan.
3º Eruditos que entienden que nuestro planeta no es esférico: Lactancio (año 300), Cosmas (año 550), Isidoro de Sevilla, San Jerónimo. Sin embargo, Beda (año 700) reconoció la forma esférica de la Tierra.
4º En el año 999 se nombró Papa al erudito y astrónomo Gerberto (Silvestre II) y con él volvió a considerarse respetable la creencia en la esfericidad de la Tierra.
5º A partir del año 1000 (para algunos desde el año 900) y hasta el 1453 se reinstaura la esfericidad terrestre en el mundo culto: San Alberto Magno, Santo Tomás de Aquino, Roger Bacon, Occam, Jean Buridam, Oresme. Si bien es verdad que mucho después de que se hubiese restaurado la forma esférica de la Tierra y hasta bien entrado el siglo XIV los mapas continuaban considerando la Tierra plana.
6º Resumen: Durante la Alta Edad Media el mundo culto consideraba la Tierra plana; pero durante la Baja Edad Media el mundo culto consideraba que la Tierra era esférica.
7º Aunque Gould tiene razón al considerar que durante la baja edad media la Tierra se consideraba esférica, se equivoca cuando extiende tal creencia a toda la edad media. Como usa ese argumento para argüir que durante la era de los descubrimientos (Colón, Magallanes, Díaz del Castillo) el mundo culto (incluido el clero) sabía que la Tierra era esférica, no me parece un error importante, lo considero un error menor que en nada altera sus razonamientos.

Cordiales saludos
Epi