sábado, 2 de agosto de 2025

Impactos de asteroides


El reloj marca las siete, hora local, y el calendario señala el treinta de junio de año 1908. Un asteroide de roca, de unos sesenta metros de tamaño, se desintegra en Tunguska (Siberia), a ocho kilómetro sobre el suelo. La explosión, equivalente a una bomba de hidrógeno, liberó quince megatones de energía, y destruyó una región de dos mil kilómetros cuadrados, por suerte deshabitada, sólo había ochenta millones de árboles. En el siglo XXI sabemos que tales colisiones ocurren una vez cada milenio; también sabemos que explosiones de un megatón suceden una cada siglo y las de tipo Hiroshima ocurren todos los años. ¿Es posible? ¿Algún conspiranoico lo ha anunciado? ¿Por qué nadie se entera? Una vez aclarado que las explosiones se deben a las fricción del asteroide con la atmósfera, examinemos la explicación: las explosiones anuales de asteroides de tamaños inferiores a los treinta metros ocurren a veinte kilómetros de altura sobre el suelo, por ello su energía se disipa sin causar daño. Sólo los asteroides del tamaño de un campo de fútbol (cien metros) o superior pueden alcanzar la superficie sin explotar antes. ¿Y que sucede con los asteroides mayores? Un asteroide de quince kilómetros, como el de Chicxulub, que extinguió a los dinosaurios, liberó una energía de cien millones de megatones; no se necesita tanto para una catástrofe universal; porque uno de dos kilómetros de tamaño produciría un inverno global. Para tranquilizar al lector aprensivo añado que la estadística nos indica que sólo ocurre una colisión de ese tipo cada tres o cuatro millones de años. ¿Que el curioso lector quiere ver unos de estos objetos, quizá el mayor que se conserva? Vaya a Namibia, donde, hace ochenta mil años, cayó el meteorito Hoba; un enorme bloque de sesenta y seis toneladas compuesto por hierro y níquel y dimensiones cercanas a los tres por tres por un metros. ¿Que prefiere pasear por uno de los mayores cráteres de impacto de nuestro planeta? Visite el cráter del meteoro en Arizona (EEUU). 
Las colisiones con asteroides han formado parte de la historia de la Tierra e intervendrán en su futuro. Si el asteroide que acabó con los dinosaurios al final del Cretácico cayese hoy destruiría la civilización; como la probabilidad de tal impacto es de uno cada cien millones de años, nuestros descendientes tendrán que enfrentarse a la amenaza del impacto de un asteroide. ¿Cómo la resolverán?