El
estudio del clima a escalas de tiempo de milenios (que depende de las
peculiaridades de la órbita terrestre) interesa a los humanos; el análisis del
clima con escalas de tiempo de centenares de millones de años es un asunto muy
diferente. ¿Existe un clima normal de la Tierra? Si todas las glaciaciones
ocurridas han dejado una huella que podamos reconocer, entonces el clima terrestre
debe considerarse normal cuando no hay glaciares al nivel del mar, ya que no los
ha habido durante el noventa por ciento de la historia del planeta. ¿Qué
sucedió entonces durante el diez por ciento restante? Que hubo varias glaciaciones.
¿Qué las provocó? Los climatólogos buscan el culpable en la atmósfera, los
geólogos en los continentes, los biólogos en las bacterias; pero por ahora sólo
sabemos con seguridad que el clima es muy complejo y que, probablemente, cada
glaciación tenga una causa diferente.
La
primera glaciación se produjo hace dos mil trescientos millones de años y duró
ciento cincuenta millones; al frío intenso le sucedieron mil trescientos
millones de años de bonanza; a este período de clima apacible sucedió el
período más frío de la historia de la Tierra. Existen pruebas abrumadoras para
asegurar que los continentes situados cerca del ecuador estaban cubiertos por
glaciares durante el período comprendido entre hace ochocientos cincuenta y
quinientos ochenta millones de años. Con todos los continentes cubiertos de
nieve, los océanos helados y temperaturas medias de cincuenta grados bajo cero,
la superficie del planeta sería tremendamente hostil para la vida. Los datos
representan hasta cuatro glaciaciones sucesivas. ¿A qué se debió este intervalo
extremadamente frío? Los geólogos disponen de una hipótesis. El movimiento de
los continentes los había conducido a las proximidades del ecuador; tal
situación optimizaría la meteorización química, lo que implicaría un consumo máximo
de dióxido de carbono; en consecuencia, descenderían las temperaturas: se formarían
glaciares en las montañas y después al nivel del mar cubriendo casi toda la
superficie del océano. Después de unas decenas de millones de años, los
volcanes habrían logrado acumular la suficiente cantidad de dióxido de carbono
en la atmósfera como para regenerar el efecto invernadero: el hielo se fundiría.
El clima extremo de la Tierra Blanca se repetiría varias veces hasta que la
danza de las placas litosféricas alejase los continentes del ecuador. Los modelos
teóricos y las observaciones coinciden: lo que hoy es hipótesis, quizás mañana
sea certeza.