La
potencia energética mundial en 2010 alcanzó doce teravatios y medio y se estima
que en 2030 se necesitarán dieciséis teravatios y nueve décimas. En el siglo
XXI la humanidad necesita cada vez más energía para alimentar, vestir y dar cobijo
a todos sus miembros ¿de dónde obtenerla? ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene cada
una de las tres posibles fuentes energéticas: los combustibles fósiles, los
combustibles nucleares y las fuentes renovables?
El
beneficio principal de los combustibles fósiles consiste en que la tecnología para
extraerlos, transportarlos y consumirlos
está a punto y funciona perfectamente. El obstáculo principal es que, además de
ser un recurso finito, emite dióxido de carbono a la atmósfera que provoca un cambio climático de consecuencias probablemente dramáticas. La
principal ventaja de la energía nuclear es su concentración, con muy poco
combustible se pueden producir inmensas cantidades de energía de forma
continua. A cambio produce residuos radiactivos de difícil gestión y su uso puede
impulsar la proliferación de armas nucleares. La ventaja de las energías
renovables consiste en que suelen ser relativamente limpias, abundantes e
inagotables; el inconveniente es que se trata de fuentes irregulares. Observará
el prudente lector que no manejo el argumento económico, y no porque carezca de
importancia, que la tiene, sino porque el precio de las tres, por unas razones
u otras, resulta similar en la actualidad. Debe considerarse,
al comparar las fuentes de energía, el parámetro definido por el profesor
Charles Hall: la tasa de retorno energético (TRE) mide la energía que
proporciona un combustible por cada unidad de energía invertida en su
elaboración. La economía moderna, según dicho investigador, debe operar con TRE
superiores a cinco, en caso contrario se sustraen recursos de otros sectores,
como la sanidad o la educación. Reproduzco la TRE de algunos combustibles
líquidos: el petróleo convencional dieciséis, el etanol de la caña de azúcar nueve,
las tierras bituminosas cinco, el etanol del maíz uno con cuatro décimas; también la TRE de algunas fuentes de energía eléctrica: hidroeléctrica
cuarenta, eólica veinte, carbón dieciocho, gas natural siete, solar
fotovoltaica seis, nuclear cinco.
La
preferencia por alguna de las tres modalidades no es una elección científica (hay
argumentos para preferir o denostar cualquiera de ellas), sino política o si se
quiere ética. Conozca el profano lector los inconvenientes y las ventajas de cada
una de ellas, valórelos y no se deje manipular.